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EL OTOÑO Y LOS CAMBIOS DE HUMOR

Ahora que se ha acabado este largo verano seguro que muchos de vosotros se siente malhumorado, deprimido, tiene problemas para conciliar el sueño y concentrarse. No hay por qué preocuparse, esto está perfectamente estudiado. Un grupo de científicos demostraron cómo la circulación de los niveles de serotonina (hormona encargada del bienestar emocional) se reduce en el otoño y con ella nuestro estado de ánimo.

Si estos síntomas son muy marcados puede que se esté produciendo en el individuo un trastorno afectivo estacional, sensible a las estaciones de otoño e invierno en su aparición, remitiendo cuando aparece el buen tiempo y los días son más largos. 

¿Qué es el Trastorno Afectivo Estacional?

Los síntomas generalmente se intensifican gradualmente a finales del otoño y en los meses de invierno y son:

  • Aumento del apetito con aumento de peso (la pérdida de peso es más común con otras formas de depresión).
  • Aumento del sueño y somnolencia diurna excesiva (el poco sueño es más común con otras formas de depresión).
  • Menos energía y capacidad para concentrarse en las tardes.
  • Pérdida de interés en el trabajo y otras actividades.
  • Movimientos lentos, perezosos, letárgicos.
  • Aislamiento social.
  • Tristeza e irritabilidad.

Las personas que viven en lugares con largas noches de invierno, y por tanto menos horas de exposición solar, están en mayor riesgo de sufrir el trastorno afectivo estacional.

¿Cómo puedo sentirme mejor?

Cuando los síntomas son leves o el problema es reciente lo mejor que podemos hacer es realizar actividades que nos resulten agradables, dar largos paseos, hacer vida social, cuidar nuestra alimentación, baños relajantes, siestas de 20 minutos… Recientemente se utiliza una técnica llamada fototerapia que consiste en incidir sobre nuestro cuerpo con una lámpara de luz artificial. Pero con el clima que tenemos en España que es raro el día en que no vemos un rayo de sol, qué mejor exposición para nuestro cuerpo que la de la luz natural, sobre todo por la mañana.

Los síntomas generalmente mejorarían con el cambio de estación por sí solos, sin embargo pueden reducirse mucho antes con alguno de estos pequeños gestos.

Cuando el problema está muy avanzado y es recurrente lo más adecuado es visitar a un especialista en salud mental.

DATO CURIOSO Ya en la época griega, Hipócrates (siglo V a.C.) hizo referencia a la importancia de los cambios de estación en la génesis de algunas enfermedades, así como de los cambios corporales provocados por el frío o el calor. 

Os dejo con este personaje al que parece que el otoño no le sienta muy bien… ☺ 

Nos leemos pronto…

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