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EL GRANJERO

Leí esta historia que quiero compartir con vosotros:

“Un día, el hijo de un viejo granjero dejó, por descuido, la verja del establo abierta. El único caballo que tenían, escapó. Todos los vecinos vinieron a solidarizarse: “¡Qué mala suerte!”

Sin embargo, el anciano no se inmutó, solo dijo: “Puede ser, puede ser”.

Al día siguiente, el caballo volvió al establo y trajo consigo otros diez caballos salvajes que le siguieron desde las montañas. Ahora el granjero tenía once caballos y se había convertido en el hombre más rico del pueblo. Todos los vecinos fueron a visitarlo y le dijeron: “Parece que al final fue un golpe de suerte que el caballo se haya escapado”. 

El anciano solo les respondió: “Puede ser, puede ser”.

Al día siguiente, mientras su hijo estaba intentando domar a uno de los caballos, cayó y se rompió una pierna. Al acercarse el invierno, sin la ayuda del hijo en la granja, el anciano tendría que afrontar grandes problemas. Los vecinos le dijeron: “En el fondo, fue un error. Ahora tienes los caballos pero no tienes a tu hijo para que te ayude. Es algo terrible”. 

El padre, en vez de lamentarse, respondió: “Puede ser, puede ser”.

Al día siguiente, el ejército llegó al pueblo y reclutó a todos los jóvenes para luchar en una guerra suicida. Era posible que ninguno de ellos regresara a casa. Sin embargo, como el hijo del granjero tenía una pierna rota, no lo reclutaron y se quedó a salvo en el hogar.

Una vez más, los vecinos le comentaron la buena suerte que había tenido. Nuevamente el granjero contestó: “Puede ser, puede ser”. “

Esta historia guarda dentro de sí la explicación de dos Distorsiones Cognitivas (de las que hablamos en el post del 29 de enero), las cuales el anciano no comete pero que están tan generalizadas que el resto del mundo las toma como normales. Estas distorsiones son 

PENSAMIENTO POLARIZADO: tendencia a ver las cosas de forma categórica y en los extremos: todo o nada, siempre o nunca, blanco o negro. 

INFERENCIA ARBITRARIA o ADIVINACIÓN: Llegar a una conclusión sin evidencias o incluso con evidencias contrarias. Pueden ser anticipaciones sobre el futuro.

El protagonista de la historia supo mantenerse realista no olvidando que en la vida ocurren situaciones que no son en sí completamente buenas ni completamente malas; y además, que el futuro no se puede predecir. 

Es más, detrás de cada “problema” puede esconderse una oportunidad, un cambio positivo.

¿Os veis identificados? Permitidme que dedique este post con mucho cariño a M.N.G. por la aventura en la que va a embarcarse, porque la quiero libre de distorsiones y todo irá bien.

Os dejo esta fantástica frase que hoy viene a cuento:

Feliz semana y nos leemos el jueves 😉

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