Quizá a algunos de vosotros os suene el denominado Síndrome de Asperger, más últimamente que parece se haya puesto de moda en algunos medios.
El síndrome de Asperger a menudo se considera una forma de autismo de alto funcionamiento. Algunas de las características de las personas afectadas suelen ser:
- Socialmente torpe y difícil de manejar en su relación con niños y/o adultos. Ingenuo y crédulo.
- A menudo sin conciencia de los sentimientos e intenciones de otros
- Con grandes dificultades para llevar y mantener el ritmo normal de una conversación Se altera fácilmente por cambios en rutinas y transiciones
- Literal en lenguaje y comprensión
- Muy sensible a sonidos fuertes, colores, luces, olores o sabores
- Fijación en un tema u objeto del que pueden llegar a ser auténticos expertos
- Físicamente torpe en deportes
- Incapacidad para hacer o mantener amigos de su misma edad.
La persona que lo presenta tiene un aspecto e inteligencia normal, frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas, pero tiene problemas para relacionarse con los demás a un mismo nivel de desarrollo.
Una adecuada identificación y atención temprana, un buen ambiente familiar, una adecuada respuesta educativa , una alta capacidad intelectual y de aprendizaje, son factores que predicen un mejor ajuste social, personal y emocional en la vida adulta.
Es un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1000 nacidos vivos) que tiene mayor incidencia en niños que niñas.
Con tratamiento, muchos niños y sus familias pueden aprender a enfrentar los problemas del síndrome de Asperger. La interacción social y las relaciones personales pueden ser difíciles, sin embargo, muchos adultos con este síndrome desempeñan con éxito trabajos tradicionales y pueden llevar una vida independiente si tienen el tipo de apoyo apropiado disponible.
¿Habéis aprendido algo? ¿Conocéis a alguien con este síndrome? Dedico este post con cariño a A.R.C. con el deseo de haber resuelto sus dudas.
Un abrazo y nos leemos el jueves 😉