“Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo:
-Me han dicho que tú eres sabio…. Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás de las personas.
El anciano le contestó:
– Cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.
– Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio – le contestó el hombre, sorprendido.
– Yo no lo creo así – le replicó el anciano. Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte. Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar. El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.”
Las personas que pueden vivir el presente tienden a ser más felices, más seguras, comprenden mejor a las personas y tienen laautoestima más elevada. Vivir el presente podría sonar simple, pero en realidad toma mucha práctica.
Este día es lo único que tenemos seguro. Pensar continuamente en el pasado o en el futuro genera malestar y a la larga trastornos psicológicos como ansiedad o depresión. Aprende a poner atención plena a todo lo que hagas momento a momento, disfrútalo, vive tu día consiente, despierto y atento. Aprende a vivir el hoy como si fuera el primero y el último día de tu vida.

¿Tomaréis las enseñanzas del sabio? Cuesta práctica pero merece la pena.
¡A por ello! Nos leemos el próximo jueves ;